
Casi todos coincidieron en afirmar que es mejor el diálogo y que las huelgas no llevan a nada, porque nunca se resuelven los problemas por los cuales se reclama al Gobierno.
“La cosa está muy dura y esta huelga no me conviene. Tengo dos hijos que mantener y no puedo dejar de trabajar. Hoy tuve que pagar $100 pesos para llegar a mi trabajo, cuando normalmente sólo pago $30 ó $50. Las huelgas siempre dejan muertos, es mejor hablar tranquilos”, aseguró Nancy Lafortuna, trabajadora doméstica.

Laura Vásquez, estudiante de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), declaró que la huelga no le ha afectado, ya que tiene su propio vehículo. Dijo que por donde ha transitado notó las calles despejadas, y agregó que apoya la huelga porque “se necesita un cambio”.
Otra ciudadana, Santa Adames, se mostró en desacuerdo con la huelga como forma de lucha social.

La mayoría de los automóviles que transitan son de uso privado. Sin embargo, los supermercados, tiendas de ropas, restaurantes, al igual que las universidades privadas, han trabajado con relativa normalidad.