En una explosión de alegría popular rara desde que Hamás se hizo con
el poder en la franja, cientos de miles de personas se han echado a las
calles para recibir como a héroes a los 296 prisioneros palestinos que
han sido trasladados a la franja a bordo de 8 autobuses.
Los recién liberados, muchos de los cuales cumplían penas de cadena
perpetua, se han fundido en un abrazo con familiares y amigos y han
saludado efusivamente al líder de Hamás en la franja, Ismail Haniye, y a
otros dirigentes del Movimiento de Resistencia Islámico.
Ante un mar de banderas verdes, el color de la organización, Haniye se ha dirigido a los palestinos de Gaza y de Cisjordania:
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“Esta operación deja tras de sí una lección importante y concreta
sobre el terreno que muestra que somos un solo pueblo”, ha dicho.