Multa de 1,4 millones por la descarga ilegal de 24 canciones

Por no comprar un lote de discos, Jammie Thomas-Rasset deberá pagar ahora 57.000 euros por canción. El jueves, un juzgado del Estado de Minnesota condenó a Thomas-Rasset, de 32 años, a pagar 1,4 millones de euros a seis compañías discográficas que poseen los derechos de autor de 24 canciones que esta madre de familia descargó gratuita e ilegalmente a través del programa de transferencia de archivos Kazaa en 2005.

Esta es la segunda vez que se condena a Thomas-Rasset. En 2007 un juzgado ya la consideró culpable y estimó que debía pagar unos 159.000 euros al cambio actual por haberse descargado las 24 canciones. Ella apeló y el juez ordenó una repetición del juicio en septiembre del año pasado por considerar que hubo un fallo en una de sus opiniones previas al veredicto. "Mi instrucción número 15 fue errónea, y este error perjudicó sustancialmente los derechos de Thomas", dijo el magistrado Michael Davis al considerar que había influido negativamente sobre el jurado al expresar que el hecho de colocar las canciones en un programa para compartir archivos era prueba suficiente de que se habían distribuido canciones de forma ilegal.

La acusada celebró lo que parecía una posible victoria. Afirmó, desafiante, que las discográficas "tendrán que demostrar sus acusaciones". "Nunca tuvieron que demostrar nada. Ahora deben hacerlo. Esto equilibra un poco el campo de juego", añadió. Su segunda multa es más de 8 veces mayor que la primera. Entonces, Thomas-Rasset podría haber decidido negociar un acuerdo extrajudicial con la Asociación de Empresas Discográficas de América (RIAA, por sus siglas en inglés), la organización privada que representa a las compañías musicales. Pero se negó en varias ocasiones.

"A la señora Thomas-Rasset le ofrecimos, muchas veces, solucionar este problema con un pago de entre 3.000 y 5.000 dólares (entre 2.100 y 3.500 euros)", ha explicado la portavoz de la RIAA, Cara Duckworth, en conversación telefónica. "Aunque en diciembre anunciamos que dejaríamos de llevar a los infractores a los juzgados y trabajaríamos directamente con los proveedores de Internet para evitar la piratería, creemos que este veredicto sirve de recordatorio de que la ley condena estas infracciones". La RIAA ha confirmado este viernes que su oferta a Thomas-Rasset de llegar a un acuerdo extrajudicial todavía sigue en pie, a pesar de que ya pese sobre ella una condena.

La acusación, a cargo del abogado Timothy Reynolds, demostró que Thomas-Rasset se conectó a Kazza con el nombre de usuario "tereastarr@KaZaA" y descargó 24 canciones de forma ilegal. Cuando el equipo de control MediaSentry detectó esta infracción en febrero de 2005 y se la comunicó a través de Internet a la interesada, ésta cambió el disco duro de su ordenador en unos grandes almacenes. Posteriormente, mintió bajo juramento y dijo que no había modificado su disco duro.

En su último intento por defenderse, Thomas-Rasset alegó que tal vez sí que se habían bajado canciones desde su dirección IP pero que, en todo caso, lo habría hecho su ex marido o sus hijos. Entre llantos, declaró que las discográficas habían tratado de "extorsionarla" con el pago de 3.500 euros, una cantidad ínfima comparada con los 57.000 euros que le ha costado descargarse, por ejemplo, Here We Are, de Gloria Estefan.

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